Las fotos de Julia Roberts capturan más que solo una imagen; transmiten su espíritu vibrante. Su sonrisa, un sello personal, ilumina cada instantánea, ya sea en la alfombra roja, en un set de rodaje o en la portada de una revista. Es una iconografía pop en sí misma.
Observar sus galerías es revivir momentos icónicos del cine y la cultura. Desde sus primeros años hasta su madurez artística, cada fotografía cuenta una historia de carisma innegable y un estilo que, aunque evoluciona, mantiene siempre su esencia.